La palabra amor es un término que ha sido utilizado desde tiempos remotos para expresar un sentimiento muy especial que se produce en las relaciones humanas. A lo largo de la historia, el concepto de amor ha sido explorado y definido por filósofos, poetas y teólogos de todo el mundo. En la Antigua Grecia, por ejemplo, el amor se dividía en varios tipos diferentes, como el eros (amor pasional y sexual), y el philia (amistad y afecto). Pero, ¿de dónde proviene? ¿Y cuál es su verdadero significado? La palabra viene del latín amor y se compone del prefijo a- y la palabra en latín -mors (cuyo significado es muerte). Es decir que «vivir con amor» equivale a «vivir sin muerte». En otro sentido, el amor puede ser descrito como un sentimiento profundo de afecto y cariño hacia otra persona, animal, objeto o incluso a una actividad. Se trata de un sentimiento universal que se experimenta en todas las culturas y en todas las etapas de la vida. La psicología advierte que no existe una sola forma de amar ni un solo tipo de amor. Por lo tanto, John Alan Lee (sociólogo e investigador) definió seis tipos diferentes de amor.
• Eros: amor romántico y pasional.
• Ludus: amor que busca la aventura y la diversión.
• Storge: amor amistoso, leal, maduro y comprometido que se da en las relaciones duraderas.
• Manía: este amor es conocido como maniático porque surge de lo obsesivo y pasional.
• Pragma: amor pragmático, realista y práctico que busca intereses comunes con la otra persona.
• Ágape: se trata de un sentimiento completamente desinteresado que se basa en el bienestar del otro.
Ágape, es un concepto originario de la Antigua Grecia que ha trascendido tiempos y culturas para describir un tipo de amor que es desinteresado, incondicional y universal. Se trata de un amor expansivo que ve más allá del individuo, reconociendo la interconexión intrínseca de toda la humanidad.
En su núcleo, el ágape es un entendimiento profundo y una aceptación de la vida en todas sus formas, manifestándose como un deseo de aliviar el sufrimiento y fomentar la armonía.
Sin embargo, a lo largo de la historia, aquellos que han osado vivir y predicar el amor universal han sido a menudo incomprendidos y perseguidos. En este contexto, el ágape se convierte en una resistencia contra las fuerzas que buscan perpetuar el odio y la división. Eso significa que aceptar y practicar el amor universal no es otra cosa que enfrentarse a la incomprensión y, a menudo, soportar la soledad. En general, el amor universal es un lazo que une a todos los seres, una red invisible de compasión y comprensión que atraviesa el tiempo y el espacio.
Es un recordatorio constante de que, en el núcleo de nuestro ser, todos estamos conectados. Sin embargo, incluso en la distancia, el amor universal tiene la capacidad de tocar corazones, de cambiar las mentes e, incluso, tiene el poder de transformar.
El amor es necesario a cada instante. Por esa razón, es fantástico que haya un día destinado a celebrar este sentimiento. La celebración en cuestión es San Valentín, que es en realidad el patrón de los enamorados, y por eso la palabra amor en estas fechas siempre va vinculada a la pareja, por el hecho del enamoramiento, no del amor en general. ¿Qué mejor momento para celebrar el amor incondicional, el amor a uno mismo y el amor hacia lo que te rodea? La fiesta que conocemos hoy en día tiene orígenes muy antiguos. De hecho, fue instituida en el 496 por parte del Papa Gelasio I en lugar de las fiestas de la Lupercalia en honor del dios Fauno, y debe su nombre al mártir cristiano Valentín de Terni. Estas fiestas, en la antigua Roma, eran jornadas festivas en las que los siervos ocupaban el lugar de los amos y viceversa, con el objetivo de empezar un proceso de renacimiento. Además, durante esas jornadas se llevaban a cabo unas prácticas arcaicas de fertilidad, con mujeres sometidas a latigazos, ya que se creían que servían para otorgar una bendición que propiciaba la fertilidad de las mujeres. Debido a que eran prácticas bastante violentas, los Papas empezaron a desterrarlas, en particular el Papa Gelasio I. En medio de tantas contradicciones, el hilo conductor de lo que pudo haber sido el verdadero San Valentín es la información que termina siendo confirmada por diferentes fuentes. Por eso, es posible ubicar al Santo del amor como alguien que vivió en el siglo III de la era actual. Se le asocia con el santo del amor porque fue ejecutado en el 273 por haber celebrado las bodas entre la cristiana Serapia, que estaba gravemente enferma, y el romano Sabino, ambos fallecidos durante la bendición de San Valentín. Pero, la fecha del 14 de febrero como fecha de su muerte es posiblemente una invención tardía.
A lo largo del tiempo, San Valentín se ha convertido en una fiesta laica, muy lejos del sentido religioso. De hecho, se celebra en todo el mundo, a pesar de que en días diferentes, ya que no en todos los países se celebra el 14 de febrero. Por lo que concierne a su lado romántico, probablemente se remonta a la Edad Media, y se dice que la primera referencia al día de San Valentín se encuentra en el poema de Geoffrey Chaucer: “El parlamento de los pájaros”. A pesar de todo, cada país del mundo ha desarrollado costumbres y tradiciones propias del Día de los enamorados. En Italia, según la tradición, los enamorados intercambian pequeños regalos, como cajas de bombones, flores y cartas románticas. En otro lugar, en Italia, es costumbre salir a cenar y regalarse una noche de relax, mimos y diversión. En cuanto a los otros países de Europa, hay costumbres diferentes y cambian de país en país. Por ejemplo, tanto en Alemania como en Austria, además de los tradicionales regalos, las parejas se regalan un cerdo de chocolate, ya que es un símbolo de buena suerte. En Inglaterra, en cambio, es costumbre preparar dulces como galletas o pasteles en forma de corazón y, en otro caso, los enamorados se intercambian pequeñas cartas de amor, conocidas con el término inglés “Valentine”. Pero, hay países en Europa en los que el día de los enamorados se celebra en un día diferente del 14 de febrero. Por ejemplo, en Rumania, la fiesta del amor es costumbre celebrarla el 24 de febrero y se indica con el nombre “Dragobete”, que viene del nombre de una figura mitológica rumana. Durante ese día, se realizan muchos rituales de fertilidad y de renacimiento de la naturaleza. En otra tradición, es costumbre que los jóvenes rumanos vistan las ropas más hermosas y recolecten plantas mágicas, que guardan durante todo el año, con el deseo de casarse temprano. Además, ningún joven debe quedarse sin pareja durante este día.
El amor está en el aire y a medida que se acerca el 14 de febrero de 2023, San Valentín, la fiesta por excelencia de los enamorados, la pregunta que surge a los curiosos es: ¿todo el mundo lo celebra en el mismo día y sobre todo, hay alguien que no regale rosas y bombones? Pues no todo el mundo, por ejemplo en Cataluña, a diferencia del resto de comunidades de España, incluso cambia de nombre, de hecho se conoce como el día de San Jordi, no el de San Valentín. Pero, ¿Dónde se origina esta tradición? Todo tiene su origen en la capilla de San Jordi del Palacio de la Generalitat durante la Edad Media, donde se organizaba la fiesta de las rosas y los enamorados. En el siglo XV, San Jordi se convirtió en el patrón de Cataluña y cuenta la leyenda que San Jordi, nuestro San Jorge que se celebra el 23 de abril, salvó a una niña de las garras de un dragón. Por esta razón, se convirtió también en el patrón de los enamorados, así como de la ciudad española. No hay que olvidar que ese mismo día, en 1926, se instauró el Día del Libro. Cataluña, por tanto, muy arraigada a sus orígenes y con una fuerte independencia cultural, rechaza absolutamente la concepción consumista de nuestro tiempo. De hecho, cada año son sólo dos los regalos que se intercambian los enamorados: una rosa y un libro. Un interesante mensaje que transmite Barcelona, una ciudad en la que el amor se concibe en todas sus acepciones, en la que se homenajea a los padres, a los parientes, a los amigos y no sólo a los novios, pero sobre todo se intercambian regalos sencillos, porque lo importante no es el valor de un objeto que se regala, sino los sentimientos que se tienen por una persona, una forma diferente de decir te quiero.
Si la tradición catalana le parece chocante, más lo es la finlandesa, donde San Valentín se percibe de una forma decididamente poco romántica, ya que la tradición consiste en que el marido lleve a hombros a su mujer durante una carrera de obstáculos... pero eso no es todo. En la línea de meta, la pareja ganadora recibe tantos litros de cerveza como kilos pese la mujer.
En Japón, el Día de San Valentín también se considera un momento para encontrar el valor de confesar tu amor a esa persona especial, elaborando (o comprando) en casa un chocolate especial y regalándoselo a continuación. En el ámbito laboral, también es costumbre regalar chocolate a los compañeros y amigos varones y en este caso se regala el llamado giri choco (chocolate de obligación). El momento de los chicos llega el 14 de marzo, el Día Blanco, durante el cual quienes han recibido bombones tienen la "obligación" de corresponder. [Una pequeña curiosidad: el día blanco se llama así porque "blanco" hace referencia al color blanco del azúcar de los dulces que se regalan, mientras que otra fuente dice que es un color que recuerda la pureza del amor que se celebra en este día, en lugar del rojo de la pasión.]
"Mereces un amor que te quiera despeinada" es un precioso poema atribuido a la universal artista mexicana Frida Kahlo. Aquí la artista evoca un amor capaz de aceptar todos los defectos y locuras de la otra parte. Es muy fácil querer a una persona cuando sólo vemos todo lo bueno que tiene, lo complicado es quererla con sus defectos: más aún, entender que una persona puede ser perfecta con sus imperfecciones. Es interesante saber cómo se celebra el amor en otras partes del mundo, también es interesante entender la forma en que nos lo han transmitido los poetas, pero lo que no debemos perder de vista es que lo celebremos como lo celebremos, en la latitud que sea, no importa el valor económico del regalo ni la cantidad de bombones ni lo famoso que sea el restaurante al que vayas a cenar con tu "amor", lo realmente importante es ser verdadero, original, usar el corazón y el cerebro además de la cartera. El amor importa, todos los días, y San Valentín es el día en el que incluso las personas menos románticas se dejan llevar y muestran sus sentimientos, sin filtros, algunos con timidez y otros con audacia; prácticamente, el 14 de febrero hace hincapié en el amor y el amor siempre es bueno, sólo hay que buscarlo en la vida cotidiana, en las pequeñas cosas. ¿Y usted cómo celebrará San Valentín? Un pequeño consejo para los solteros: las películas románticas o lacrimógenas están prohibidas y recuerden, mejor solo que mal acompañado, al fin y al cabo, ¡el amor llegará para todos cuando menos se lo esperen!
